Marcel Broodthaers, de Nueva York a Madrid
El Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía
se prepara para brindar a los madrileños y a los turistas que estén de
paso por la capital española, una gran agenda entre los meses de
septiembre, octubre y noviembre.
A finales de septiembre, se exhibirá en la pinacoteca madrileña el trabajo del artista bilbaíno Txomin Badiola y la propuesta que la artista de Belo Horizonte Tamar Guimarães lleva al Reina Sofía, pieza adscrita al programa Fisuras,
un proyecto artístico en el que diversos creadores participan, creando
una pieza especialmente para esta reconocida institución cultural.
No obstante, una de las exposiciones más esperadas de este año en el museo madrileño es la retrospectiva del artista y diseñador belga Marcel Broodthaers, muestra que se encuentra en la actualidad en las salas del MoMA de Nueva York y que presume de ser la colección más completa que se ha presentado hasta la fecha del conceptualista europeo.
Marcel Broodthaers comenzó
a incursionar en el mundo del arte luego de una etapa como poeta que no
le satisfizo. En el año 1963 dio su primer paso en el mundo de las
artes plásticas con un acto simbólico, hundiendo en yeso cincuenta copias que le habían quedado sin vender de su poemario Pense-Bête, y dando origen a su primera pieza escultórica.
Por años el artista belga trabajó principalmente en la creación de obras elaboradas con objetos encontrados y desarrollando la técnica del collage, en la que los fragmentos literarios siempre tuvieron una participación importante.
A finales de la década de los sesenta y hasta mediados de los setenta, Broodthaers desarrolló instalaciones monumentales que reproducían un espacio museístico, desarrollando la primera de ellas en su propia residencia en Bruselas y llamándola Musée d'Arte Moderne, Départment des Aigles.
Siempre interesado en descubrir las influencias del lenguaje en la percepción de las personas, en 1975 llevó al Centro Nacional de Arte Contemporáneo de París su muestra "L'Angelus de Daumier",
usando un color predominante en cada sala de la muestra, y plasmando en
las paredes palabras con significados aleatorios. Algo muy similar a lo
que podemos ver en la actualidad en Nueva York y que veremos en octubre
en Madrid, en las salas del Reina Sofía.
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