La ampolla de cristal de Marcel Duchamp

Marcel Duchamp siempre interpretó como una de las manifestaciones más genuinas del arte aquellas pequeñas y sutiles huellas que dejaba nuestra existencia cotidiana.

Infraleves, fue el nombre que Duchamp empleó para clasificar estos eventos efímeros, que podían estar contenidos en la huella del aliento sobre una superficie de cristal, en el sabor que deja el cigarrillo en la boca tras ser consumido e incluso en las puertas de un vagón al cerrarse, justo cuando permiten la entrada, en el último segundo, a un pasajero precipitado. Cada una de estas irrelevantes sutilezas era para el artista francés el gran universo de lo infraleve.

La anécdota de la ampolla de cristal se encuentra entre la creación de los ready-mades y la elucubración sobre los eventos infraleves, impredecibles pero específicos. En determinada oportunidad, Marcel Duchamp llevó a su amigo Walter Arensberg en California una ampolla de cristal.

Luis Benshimol

El artista, que también se caracterizó por su vínculo con el ajedrez, se dirigió a una farmacia de París para adquirir en ella una ampolla de vidrio que estaba aparentemente vacía. Duchamp no tardó en rellenar el cilindro de cristal con 50cc del aire de París.

Este acto de ingenua sutileza, que se convirtió en una de las anécdotas más recordadas del francés, es solo una muestra de las condiciones en las que alcanzó la gran influencia que plasmaría en sus creaciones y en la de sus contemporáneos inspirados en su trabajo.

Luis Benshimol

Los ready-made un desafío para el artista


Marcel Duchamp tuvo algunas complicaciones para definir el ready-made. Como muchos creadores, el francés jamás estuvo del todo satisfecho con sus planteamientos, aunque supo dejar claro con cada una de sus creaciones qué era aquello que el ojo del expectador debía descifrar en cada pieza para hacerla reactiva al arte retiniano.

[Luis Benshimol] recuerda a críticos y aficionados quienes han visto en Rueda de bicicleta sobre un taburete o en Portabotellas creaciones que ya estaban concebidas para hacer parte de los ready-mades, a pesar de que Duchamp no los hizo intencionalmente con esta idea. Es In Advance of the Broken Arms, una pala para la nieve que colgó del techo, el verdadero precursor de esta tendencia.

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