La más grande retrospectiva de Moholy-Nagy llega a Chicago

No existe un lugar mejor para rendir homenaje a Moholy-Nagy que Chicago. Luego de su importante paso por la Bauhaus entre los años 1923 y 1928, el artista húngaro tuvo que abandonar la nación germana para establecerse en Estados Unidos, donde fundó, en el año 1937 la New Bauhaus, institución que se convertiría en el germen del Instituto de Diseño del Illinois Institute of Technology.

A Chicago regresa ahora el copioso legado de Moholy-Nagy, genio que cultivó con igual notoriedad géneros como la pintura, la fotografía, el cine, la escultura, la publicidad, el diseño y la escenografía teatral.

Hasta el próximo 3 de enero de 2017 estará abierta al público la que se considera la retrospectiva más completa del trabajo artístico del artista europeo, muestra que fue organizada con la valiosa colaboración del Guggenheim de Nueva York (y donde estuvo anteriormente la exposición por una temporada) y el LACMA de Los Ángeles (a donde será llevada la exhibición luego de que culmine su estancia en Chicago, a principios de 2017).

László Moholy-Nagy es considerado uno de los grandes pioneros de la abstracción. Siempre se aferró a la idea de que el arte debía desarrollarse a partir de los materiales propios de su tiempo, premisa a la que se mantuvo leal y con la que fue cónsono, coherencia que podemos apreciar en cada una de las creaciones del artista.

Contaba apenas con 28 años cuando tomó la cátedra de Johannes Ittem en el curso preliminar de la Bauhaus. Ittem había sido una mística figura de la escuela germana, y se había unido al proyecto desde su fundación en el año 1919, pero las diferencias de criterios y perspectivas con Walter Gropius, hicieron que el maestro abandonara la escuela, justo en el momento en que se abría su notable etapa en Dessau.

Algunos críticos e historiadores del arte ven a Moholy-Nagy como el primer artista multimedia moderno, y cada una de sus creaciones, en los diversos ámbitos en los que se dio la oportunidad de explorar, estuvo marcada por el reflejo de su visión social. Así lo dio a conocer Luis Benshimol, amante del arte contemporáneo y miembro del Comité de Adquisiciones del Tate Gallery.