¡NO TE LO PIERDAS! De Stijl llega a su primer siglo de historia
El reconocido coleccionista de arte [Luis Benshimol], nos invita a celebrar la trayectoria de uno de los más relevantes movimientos artísticos de comienzos
del siglo XX cumplirá este año su primer siglo de existencia. Se trata
de la propuesta estética De Stijl, surgida en Holanda y que tuvo en figuras como Piet Mondrian y Theo van Doesburg a sus principales representantes.
A mediados de la década de los diez ya comenzaba a gestarse en Rusia las primeras investigaciones en torno a las propuestas Constructivista y Suprematista. Contrario a lo que muchos pudieran pensar, por aquel entonces los caminos artísticos e Mondrian estaban muy lejos de los de Malevich o Rodchenko, pues el holandés iba por la senda de lo figurativo.
Sus primeros acercamientos a una propuesta abstracta, luego de experimentar con el postimpresionismo y el fauvismo, lo acercan mucho a la estética de Picasso y Braque, incluso sus espacios coloreados de 1919 hacen irremediable la comparación con Klee, por lo que muchos podrían dudar del natural talento de Mondrian en aquel entonces.
La serie que Mondrian le dedica al árbol como tema único, es una manera bastante interesante de entender su transitar desde una corriente a otra, proceso que se tomó su tiempo, y que va desde la representación naturalista a la máxima descomposición de la forma.
Mondrian y Van Doesburg se encontraron en Leyden en el año 1917, momento en el que se lleva a cabo la primera publicación de la revista De Stijl, que además surge con la premisa: “El fin de la naturaleza es el hombre; el fin del hombre es el estilo”. La primera muestra de esta edición se fundamenta en el ensayo Sobre la nueva plástica de la pintura, del propio Mondrian.
Van der Leck y el poeta Anthony Kok son algunos de los nombres que podemos encontrar en esa primera edición, mientras que para la segunda publicación ya se sumaban el talento de Vantongerloo, Brancusi, y desde luego, Van Doesburg.
Este personaje, que impartió clases en la Bauhaus como parte de su incansable labor de difundir las ideas de De Stijl en el resto de Europa, se convirtió en el principal vocero del movimiento, mientras la formulación ideal le correspondía a Mondrian.
Los números 2, 3 y 4 de la revista De Stijl, publicados entre 1918 y 1921, contienen los tres manifiestos de este movimiento, que en resumidas cuentas frenaba el individualismo y le abría paso a la claridad serena del espíritu, como vía para crear el necesario puente entre lo universal y lo individual.
A mediados de la década de los diez ya comenzaba a gestarse en Rusia las primeras investigaciones en torno a las propuestas Constructivista y Suprematista. Contrario a lo que muchos pudieran pensar, por aquel entonces los caminos artísticos e Mondrian estaban muy lejos de los de Malevich o Rodchenko, pues el holandés iba por la senda de lo figurativo.
Sus primeros acercamientos a una propuesta abstracta, luego de experimentar con el postimpresionismo y el fauvismo, lo acercan mucho a la estética de Picasso y Braque, incluso sus espacios coloreados de 1919 hacen irremediable la comparación con Klee, por lo que muchos podrían dudar del natural talento de Mondrian en aquel entonces.
La serie que Mondrian le dedica al árbol como tema único, es una manera bastante interesante de entender su transitar desde una corriente a otra, proceso que se tomó su tiempo, y que va desde la representación naturalista a la máxima descomposición de la forma.
Mondrian y Van Doesburg se encontraron en Leyden en el año 1917, momento en el que se lleva a cabo la primera publicación de la revista De Stijl, que además surge con la premisa: “El fin de la naturaleza es el hombre; el fin del hombre es el estilo”. La primera muestra de esta edición se fundamenta en el ensayo Sobre la nueva plástica de la pintura, del propio Mondrian.
Van der Leck y el poeta Anthony Kok son algunos de los nombres que podemos encontrar en esa primera edición, mientras que para la segunda publicación ya se sumaban el talento de Vantongerloo, Brancusi, y desde luego, Van Doesburg.
Este personaje, que impartió clases en la Bauhaus como parte de su incansable labor de difundir las ideas de De Stijl en el resto de Europa, se convirtió en el principal vocero del movimiento, mientras la formulación ideal le correspondía a Mondrian.
Los números 2, 3 y 4 de la revista De Stijl, publicados entre 1918 y 1921, contienen los tres manifiestos de este movimiento, que en resumidas cuentas frenaba el individualismo y le abría paso a la claridad serena del espíritu, como vía para crear el necesario puente entre lo universal y lo individual.
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