Luis Benshimol: Lo mejor de Art Basel 2018

Curadores, galeristas, artistas y coleccionistas se dieron cita en la edición 49° de Art Basel en Basel, capital cultural de Suiza, para ver las más de 290 galerías que allí exhibieron sus stands en una de las ferias más importantes del arte contemporáneo del entorno internacional.

 

Feria de ferias

La ciudad de Basel, Suiza, tiene un circuito de arte generalmente concurrido, con casi 40 excelentes museos de arte y numerosas galerías. Sin embargo, la semana de Art Basel, feria de ferias, es cuando la ciudad se despierta para el momento más cumbre de su calendario. Art Basel es reconocida como la “feria favorita” por excelencia. Los galeristas suelen guardar sus mejores trabajos para Basel e incluso algunos artistas producen obras específicamente para mostrar allí. En su 49º edición queda comprobado una vez más su rotundo éxito.

Con casi 300 galerías y más de 4000 artistas, la feria fue multitudinaria y finalizó con grandes éxitos en ventas. Predominó el arte moderno, vendiendo obras de artistas ya difuntos por cifras multimillonarias. Al llevar los patrimonios de grandes nombres, las megagalerías llevan la batuta del mercado, alcanzando un público generalmente más amplio. Sin embargo, también hubo energía y emoción en torno al arte contemporáneo, pues Basel no es sólo una feria comercial sino también una de descubrimientos y reacciones para los curadores que la visitan. Según Melanie Gerlis, directora en jefe de The Art Newspaper, la sección Statements se presentó particularmente sólida este año.

 

 

Mujeres arriba

En esta edición de Basel el fenómeno en cuanto a ventas fue, sin lugar a dudas, Joan Mitchell. La artista norteamericana se ha visto revalorizada en el mercado, con su obra incluida en al menos siete galerías durante la feria y sus cuadros vendidos por figuras dobles multimillonarias. En la sección Opening, Hauser & Wirth vendió un cuadro de Mitchell –”Composition” (1969)– en el primer par de horas de la feria por $14 millones de dólares.

Se ha visto que una de las tendencias en las ferias más recientes ha sido la de aumentar el interés por el trabajo de artistas femeninas. Varios pesos pesados del mundo del arte comentaron que el nombre de Mitchell debe ser elevado en importancia e influencia en el mundo del arte. Iwan Wirth manifestó que “es el tiempo propicio para corregir la apreciación del trabajo de Joan Mitchell, como también la revalorización de su precio (…). Su trabajo siempre se ha vendido bien en cada una de las oportunidades que lo hemos traído a Art Basel, con la diferencia de que sus precios han sufrido un alza importante“.

Al igual que ha venido ocurriendo con Carmen Herrera, en su momento Mitchell no recibió la atención que su trabajo merecía, es sólo ahora cuando se ha ajustado el foco para centrarse en su abstracción lírica y expresionista. Aunque aún sus cifras no alcanzan las de sus contrapartes masculinos –figuras como Jackson Pollock y Willem de Kooning–, Mitchell se muestra en auge con su patrimonio en manos de David Zwirner desde el pasado mes de mayo. Según comentó el galerista Levy Gorvy a Artsy: “Cuando tienes una gran fuerza de mercado, los precios cambian –en breves veremos Mitchells de $20 y $30 millones de dólares”.

También Carol Bove, con una nueva serie de esculturas que muestran una faceta mucho más masculina y ruda de su trabajo, experimentando con distintos materiales, llamó la atención de compradores. Durante la apertura de la sección Unlimited, vendió una escultura por $1.5 millones de dólares, cuadruplicando su record de venta en subasta ($330 mil). Lousie Bourgeois también sacó provecho del ‘momentum’ femenino, vendiendo su escultura “Las Tres Gracias” (1947) por $4.75 millones, gracias a Hauser & Wirth.

 

Los artistas latinoamericanos también representaron éxitos no sólo en ventas sino en feedback, según comentan representantes de la galería de São Paulo, Bergamin & Gomide. Vendieron una escultura de mármol de Sérgio de Camargo por $130 mil dólares, un dibujo en papel de Mira Schendel por $90 mil, y dos óleos y pasteles en cartón también de Schendel por $36mil cada uno.

 

Lo “must” de Basel

La sección Parcours, bajo curaduría de Samuel Leuenberger, se instaló en jardines, parques y edificios privados y públicos alrededor del pueblo viejo de Basel, con la idea del llevar el arte a espacios abiertos. Aquí destacaron esculturas de Pierre Huyghe, con una mujer con una colmena de abeja en la cabeza, y exuberantes esculturas de George Herold, Mark Manders, entre otros. Por otro lado, el espacio dispuesto para las instalaciones de gran escala, la sección Unlimited, estuvo repleta de plástico, plantas y mucho oro. El diseño de la presentación de Gianni Jetzer se basó en una visión de un juego de Tetris para crear cuadrados que pudieran acoplar diferentes trabajos de forma intuitiva. Para Jetzer es importante darle al espacio la mayor apertura para ser visto.

Una de las series más destacadas presentadas en Basel fue “Plastiche” de Alberto Burri, presentada por la galería Tornabuoni. Una serie de 8 lienzos rotos creados entre 1962 y 1965, en un tiempo en que el plástico era un elemento novel dentro de la creación artística. Estas piezas no convencionales tienen cualidades vicerales logradas con la deformación del material manipulado por fuego, que Burri derretía para lograr estas formas. Otro trabajo que destacó fue la “Tumba Abierta” del cubano José Yaque presentada por Galleria Continua. Su aparente Whisky Bar, contiene en cada una de las botellas, materiales naturales que se pueden encontrar en laboratorios, para encapsular la naturaleza hasta verla descomponerse.

 

Varias series de la ganadora del Premio Turner 2017, Lubaina Himid, se mostraron en el booth de Hollybush Gardens. Su esfuerzo continúa en la línea de la cultura afrodescendiente y particularmente su integración en Europa. Su nuevo cuadro “Ball on Shipboard” (2018) reimagina una pintura del mismo nombre de James Tissot, realizado en 1874. En la recreación de Himid reemplaza las elegantes mujeres victorianas con hombres de piel oscura vestidos casualmente.

Por otro lado, conversaciones sumamente interesantes se llevaron a cabo en el marco de la feria con, por ejemplo, un panel de discusión con los artistas emergentes: Donna HuancaAntony Gormley, Melati Suryodarmo, entre otros.

 

 

Para la próxima

Marc Spiegler, director de la feria, confronta un problema básico para resolver en las próximas ediciones de Art Basel: apoyar a las galerías de nivel mediano y a los artistas jóvenes que recién emergen en Basel, para así lograr mayores éxitos y aumentar su visibilidad. Los costos por espacio son sumamente altos en Basel, tanto las instalaciones de las luces y los paredes divisorias que deben ser asumidos por la galería, como las invitaciones obligadas a coleccionistas que muestran atención por sus piezas exhibidas. Tras la sugerencia de David Zwirner de cobrar un impuesto a las mega-galerías en apoyo o subvención a la participación de las pequeñas y medianas, no resulta sorprendente que se barajen distintas opciones para abrir la feria aún más.

Galerías como Kate McGarry que saltó de la sección Statements (proyectos específicos para artistas emergentes) hacia la sección general como début en esta edición, estiman que participar en esta feria es más que nada para publicidad y marketing. “Art Basel puede ser un riesgo para galerías pequeñas y medianas, pero es un lugar para estar y presentar a sus artistas representados”, dice McGarry. Marca una diferencia importante la calidad de las personas que asisten, quienes conocen de arte y tienen una cultura que promueve el coleccionismo y su preservación.

 


Finalizada esta gran feria, se anunciaron las próximas fechas de Art Basel 2019, del 13 al 16 de junio, en la ciudad de Basilea, Suiza.



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