Luis Benshimol: La perspectiva esencial de Helga de Alvear

La Fundación Helga de Alvear y el Centro de Arte Alcobendas presentaron el proyecto de título “La Perspectiva Esencial“. Con comisariado de José María Viñuela, la exposición reunió un conglomerado de obras bajo el criterio del arte minimalista, estableciendo una nueva línea de diálogo entre los artistas que formaron parte del movimiento y reafirmando la riqueza de esta colección.

Una nueva dirección

Instalación de “La Perspectiva Esencial” en el Centro de Arte Alcobendas. Foto: Colección Helga de Alvear

La colección Helga de Alvear cuenta con un elevado número de obras que proceden de la investigación en las líneas mas esenciales del arte de nuestro tiempo. Esta exposición incluye junto con trabajos minimalistas de autores canónicos, como Donald Judd y Carl Andre, otras obras de artistas que, no estando implicados tan rigurosamente como ellos con el medio del Minimal Art, en sus prácticas respectivas han mantenido afinidades inquebrantables con la perspectiva esencial, aportando por lo tanto una enriquecedora variedad de discursos.

¿Qué será, entonces, la perspectiva esencial? Quizá la desnudez del cuerpo de arte de todo tipo de adorno. Quizá mostrar el material crudo, puro, desvestido y despintado. Quizá una geometría sumamente elemental o la necesidad de reducir todo a su más sencilla iteración. O todas las anteriores. Lo que está claro es que a Helga de Alvear le interesó el discurso de la línea pura y, dentro de ella, todo.

La exposición mostró con un enfoque en las distintas tendencias de minimalismos que reúne la Colección Helga de Alvear, leyendo y ubicando en el espacio elementos esenciales de este fondo, cuyo legado se mantiene en crecimiento constante, bajo el criterio de su autora. La muestra presentó a 39 artistas de la Colección en diferentes manifestaciones artísticas como pinturas, collages, objetos, dibujos, fotografías y mobiliarios, sumando un total de 61 obras reunidas para esta muestra.

Esencia Minimal

El arte minimalista se mantuvo durante mucho tiempo bajo estándares canónicos, con ciertos códigos reduccionistas, fijando patrones de las esencias representativas de la realidad presente en esta exposición, tanto desde la percepción de los objetos como en sus prácticas artísticas. Cada autor muestra sus diferentes actitudes a través de su trabajo, manteniendo los principios del minimalismo. Históricamente, los fundadores de este movimiento se ajustaron estrictamente a las reglas, mientras que los artistas subsiguientes impulsaron la tendencia en su manera de aproximarse a la realidad, con grados variados de disconformidad hacía las reglas establecidas.

La posguerra aceleró la aparición de algunas de las tendencias que han tenido más influencia en el siglo XX. Por otro lado, en los años 50, las enseñanzas del Black Mountain College con maestros como Josef Albers, John Cage y demás artistas e intelectuales europeos que emigraron a América huyendo de la guerra, también fueron tiempos decisivos para el desarrollo del Minimalismo.

“En 1962 Camilla Gray publica en la prestigiosa editorial Thames & Hudson “El gran experimento: Arte ruso 1863-1922”, libro que tuvo mucha difusión en los medios artísticos anglosajones. Algunos de los movimientos de estas vanguardias figuran entre los más destacados antecedentes de aquello que el filósofo inglés Richard Wollheim denominó, en 1965, Minimal Art. De esta manera las prácticas artísticas abstractas, constructivistas y suprematistas que inspiraron los orígenes del minimalismo, junto con el cubismo, De Stijl, Dadá y la Bauhaus crearon un caldo de cultivo favorable para la génesis de las prácticas minimalistas.

Más tarde, en 1966, se hizo la exposición “Estructuras Primarias” en el Jewish Museum de Nueva York, donde los minimalistas históricos –Donald Judd, Carl Andre, Robert Morris, Dan Flavin y Sol LeWitt– alcanzaron gran éxito y, por primera vez, mostraron en sus respectivas obras los rasgos comunes del minimalismo: la abstracción, la austeridad, la geometría elemental, el monocromatismo y la repetición. Tales características del minimalismo ortodoxo al principio se aplicaron a las composiciones tridimensionales, pero con el tiempo fueron adoptadas por otras categorías artísticas y se extendieron a otros ámbitos geográficos. Después de más de medio siglo los criterios minimalistas permanecen vivos y en algunos aspectos han evolucionado a posiciones más o menos heterodoxas, siempre bajo el signo de la vía esencial o, lo que es lo mismo, consiguiendo los máximos resultados artísticos con los mínimos medios”.

La Colección de Helga De Alvear

A mí me interesa el arte contemporáneo, porque nos habla de nuestro tiempo y de nosotros mismos, porque crea y desarrolla lenguajes que pueden explicarnos, de manera nueva, el mundo que nos ha tocado vivir y del que a menudo sólo rozamos la superficie

–Helga de Alvear

El año 1967 fue el año que marcó el inicio de esta colección con la adquisición de su primera obra de arte, aún sin tener una clara dimensión de la actividad que surgiría a partir de esta acción. Helga de Alvear inicia su colección de arte interesándose marcadamente por la escena artística española.

Para enero de 1980, se formaliza una estrecha relación de trabajo con Juana Mordó quien se convertiría en la mentora de de Alvear, quien se empapó del movimiento artístico internacional, ampliando su participación en importantes ferias como Art Basel, Feria de la Colonia, FIAC, entre otras. Igualmente, es una de las galeristas que impulsa la creación de ARCO, introduciendo a España en el panorama artístico internacional.

“Sin pretender reconstituir la historia del arte reciente o los movimientos que la estructuran, Helga de Alvear ha ido adquiriendo obras que, independientemente de su autor, le interesan por los avances artísticos que representan, porque van al encuentro de sus intereses o porque constituyen un reflejo conceptual o metafórico del mundo en que vivimos“.

Actualmente, la colección alcanza las más de dos mil obras de arte, sin estar del todo cerrada pues permanece en constante crecimiento para, como se planteó en sus inicios, “poder responder a ese deseo de acompañar las transformaciones y desarrollos actuales y futuros del arte contemporáneo”. Teniendo un hogar en el Centro de Artes Visuales de Cáceres, la colección continúa su programa de exposiciones temporales en las que se realizan diferentes acercamientos sobre la Colección Helga de Alvear.

La exposición “La Perspectiva Esencial” tuvo lugar del 1 de febrero al 5 de mayo de 2018 en el Centro de Arte Alcobendas.

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