Luis Benshimol: Eusebio Sempere: retrospectiva en el Reina Sofía

El Museo Reina Sofía presenta una gran retrospectiva dedicada al maestro del arte cinético, Eusebio Sempere, una de las figuras más significativas del panorama general del arte español, con más de 160 obras donde el espectador podrá realizar un recorrido por la trayectoria creativa del artista.

 

Geometría y cinetismo

Eusebio Sempere (Onil, Alicante, 1923-1985) estudió el movimiento a través de las formas, apoyándose diversidad de materiales y a elementos como la luz. En esta gran retrospectiva de su trabajo, se presentan 164 obras que comprenden casi tres décadas, de 1949 a 1981, de forma que se puede evidenciar la transformación conceptual del artista. Desde acuarelas, gouaches, relieves luminosos, collages y pinturas, hasta móviles, esculturas, proyectos interdisciplinarios, bocetos y todo tipo de documentos que aseguran el legado del artista español. Para el Reina Sofía, esta exposición es un intento de rescatar la obra de este creador de la abstracción geométrica y así reivindicarlo como el máximo representante del arte cinético en el país ibérico.

 

 

Vistas de la exposición “Eusebio Sempere” en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Foto: Joaquín Cortés/Román Lores

 

Bajo una colaboración curatorial entre Carmen Fernández Aparicio y Belén Díaz de Rábago y apoyo del director del museo Manuel Borja-Villel, se da al espectador la oportunidad de conocer el cuerpo de trabajo de un artista que fue, en gran medida, ignorado en su país de origen. Los conceptos que Sempere estaba estudiando –geometría, movimiento, luz y color– no eran de interés aún en la península ibérica. En España, su propuesta se contraponía al informalismo, corriente dominante en aquella época. Como menciona el director del Museo Nacional Reina Sofía, “España es un país donde se recrea la historia por tópicos o lugares comunes”, lo que implica que se deja en las transversales lo que no se adecúa a esas expresiones. La retrospectiva reivindica el trabajo de un artista que nunca escogió lo que estaba de moda, manteniéndose en la vanguardia y cayendo así en la injusticia del olvido.

Es por esto que Sempere desarrolló la mayor parte de su obra en París, donde estuvo en contacto con representantes del movimiento cinético. Fernández Aparicio afirma que París fue el centro que marcó un antes y un después en los años 50 para Sempere. En esta etapa predominaron sus relieves luminosos móviles y los dibujos de gouache sobre papel, donde explora la realidad como una abstracción tridimensional, abordándola como una superficie de múltiples caras. También establece un manifiesto artístico, colocando la luz como su eje fundamental. Su estancia en la capital francesa le permitió la interacción con figuras vanguardistas. La obra de Mondrian, por ejemplo, dejó una marca poderosa en su trabajo, cautivándolo al punto de cuestionar sus medios hasta el punto de detener por completo la pintura y centrarse en otras manifestaciones que se adecuaran a su investigación.

Para la década de los 60, en su trabajo aparecen líneas muy finas, nunca homogéneas, también pinturas a gouache en soportes de gran tamaño, incorporando materiales como el cartón y el hierro, sin separarse nunca de la base: la pintura. Las figuras móviles y los collage aparecen después de su viaje a Estados Unidos. Sempere empezó a experimentar en pequeña escala desde donde fue aumentando los tamaños para permitir progresivamente el movimiento, hasta llegar a las grandes figuras colgadas con alambres del techo, que permiten la intervención del espectador y alteran la composición con efectos lumínicos.

 

Vistas de la exposición “Eusebio Sempere” en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Foto: Joaquín Cortés/Román Lores

Vistas de la exposición “Eusebio Sempere” en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Foto: Joaquín Cortés/Román Lores

Vistas de la exposición “Eusebio Sempere” en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Foto: Joaquín Cortés/Román Lores

Vistas de la exposición “Eusebio Sempere” en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Foto: Joaquín Cortés/Román Lores

 

Transformación

El recorrido de la exposición comienza con acuarelas abstractas correspondientes al período entre 1949 y 1951. Estos trabajos dejan ver sus referencias a los artistas que ejercieron una influencia sobre la obra de Sempere como Braque, Klee y Kandinsky. También se incluyen los dibujos a gouache sobre papel, desarrollando figuras geométricas multiplicadas sobre el papel, donde se alternan los colores, originando en el espectador sensaciones de movimiento. En la selección de relieves luminosos móviles, prevalecen las planchas de madera pintada, plástico y bombillas con motores para lograr el efecto intermitente en la luz. En estos relieves, se puede apreciar su introducción en el movimiento cinético y, al mismo tiempo, establece una narración que lo deja construir una vía de escape de los principios establecidos para esta corriente. De la época de Estados Unidos, considerada su etapa de madurez creativa, se reunieron varios collages. Sus primeros móviles de dimensiones discretas, propias de los comienzos exploratorios de cualquier artista, estas obras son la antesala para los grandes móviles, algunas piezas inéditas hechas especialmente para sus propietarios, incluyendo varias pinturas sobre tabla de carácter más íntimo. La exposición cierra con documentos publicados y audiovisuales que recogen las anteriores exposiciones donde estuvo presente el artista, como “Antes del Arte. Experiencias ópticas perceptivas estructurales” en 1968. Dentro de los documentos audiovisuales se proyectarán “Trazos”, de Paloma Chamorro, donde se verá a Sempere pintando un plató en el año 1977 y “Formas y Colores”, producido en 1984, un documento que recorre la trayectoria del artista un año antes de su muerte.

 

Eusebio Sempere, “Sin título”, 1953. Foto: Masdearte

 

Eusebio Sempere, “Ley de la buena forma”, 1968. Foto: Joaquín Cortés/Román Lores

 


La exposición Eusebio Sempere abrió el pasado 9 mayo y permanecerá abierta hasta el 17 septiembre de 2018 en el Edificio Sabatini del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, en Madrid. Este reconocimiento a Eusebio Sempere continuará en el IVAM (Institut Valencià d’Art Modern).



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