¡NO TE LO PIERDAS! El Guggenheim hace un repaso por el Expresionismo abstracto
El coleccionista de arte [Luis Benshimol] recomendó una de las muestras más completas en materia de Expresionismo abstracto, que se inauguró el pasado 03 de febrero.
Ciento treinta pinturas, dibujos, esculturas y fotografías procedentes
de colecciones públicas y privadas de todo el mundo integran la muestra
que el Guggenheim de Bilbao inauguró, en colaboración con la Royal Academy de Londres.
Arshile Gorky, Willem de Kooning y Pollock son algunos de los grandes protagonistas de esta exposición, que contó con el comisariado de David Anfam, Edith Devaney y Lucía Agirre. La muestra recoge a los nombres fundamentales del Expresionismo abstracto y de sus dos tendencias básicas: la Action Painting y la Colour Field Painting.
La Segunda Guerra Mundial empujó a los creadores de Europa y Estados Unidos a replantearse los códigos del arte moderno, basándose entre otras cosas en el rechazo a los principios ilustrados.
Formas radicales y controvertidas de expresión se adueñaron de la creación artística de mediados del siglo pasado, tan dolorosas y desgarradas como la época misma que había propiciado su alumbramiento.
Los propósitos transformadores de las vanguardias previas a la guerra fueron desvirtuados por uno de los conflictos bélicos más dolorosos de la humanidad, y los códigos del arte debieron replantearse, en una época en el que parecían carecer los héroes y las narraciones figurativas, y en las que el refugio en las imágenes negativas parecía ser emblema del poder de la condición humana.
La supervivencia pasó a ser el gran concepto generador del arte de la postguerra en Europa y Estados Unidos, nación que además pasó a sostener la batuta en este período creativo, favorecida en buena medida por la llegada de artistas del viejo continente que se había refugiado en tierras norteamericanas para huir de la persecución de la guerra, como Mondrian, Max Ernst o Duchamp.
Así surgió el Expresionismo abstracto, con su centro en Nueva York. El trabajo de creadores como Pollock, Rothko y De Kooning está impregnado de códigos que le brindan al espectador la sensación de que el artistas está iniciando una nueva etapa, además, la obra de los expresionistas abstractos no obedece a un estilo único, ya que es una corriente que afirma al individuo y a su carácter expresivo dentro del arte.
Arshile Gorky, Willem de Kooning y Pollock son algunos de los grandes protagonistas de esta exposición, que contó con el comisariado de David Anfam, Edith Devaney y Lucía Agirre. La muestra recoge a los nombres fundamentales del Expresionismo abstracto y de sus dos tendencias básicas: la Action Painting y la Colour Field Painting.
La visión del arte se modifica con el dolor
La Segunda Guerra Mundial empujó a los creadores de Europa y Estados Unidos a replantearse los códigos del arte moderno, basándose entre otras cosas en el rechazo a los principios ilustrados.
Formas radicales y controvertidas de expresión se adueñaron de la creación artística de mediados del siglo pasado, tan dolorosas y desgarradas como la época misma que había propiciado su alumbramiento.
Los propósitos transformadores de las vanguardias previas a la guerra fueron desvirtuados por uno de los conflictos bélicos más dolorosos de la humanidad, y los códigos del arte debieron replantearse, en una época en el que parecían carecer los héroes y las narraciones figurativas, y en las que el refugio en las imágenes negativas parecía ser emblema del poder de la condición humana.
La supervivencia pasó a ser el gran concepto generador del arte de la postguerra en Europa y Estados Unidos, nación que además pasó a sostener la batuta en este período creativo, favorecida en buena medida por la llegada de artistas del viejo continente que se había refugiado en tierras norteamericanas para huir de la persecución de la guerra, como Mondrian, Max Ernst o Duchamp.
Así surgió el Expresionismo abstracto, con su centro en Nueva York. El trabajo de creadores como Pollock, Rothko y De Kooning está impregnado de códigos que le brindan al espectador la sensación de que el artistas está iniciando una nueva etapa, además, la obra de los expresionistas abstractos no obedece a un estilo único, ya que es una corriente que afirma al individuo y a su carácter expresivo dentro del arte.
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