Luis Benshimol: El cine sin acto de Iván Candeo

Iván Candeo se ha interesado en la producción y articulación cinematográfica por su capacidad de reconfigurar las estructuras espacio-temporales. En esta oportunidad, Candeo continúa su investigación sobre las posibilidades discursivas del cine presentando “Sin Acto“, exposición individual realizada con la Galería Carmen Araujo Arte de Caracas. En ella, el artista se detiene a analizar el desarrollo técnico y sintáctico del cine y sus implicaciones sociales e históricas.

 

No hay acto

Candeo ha venido estudiando a través de su obra las repercusiones históricas del desarrollo del cine a nivel social, así como también al revés, la manera en la que el cine ha podido servir como herramienta al servicio de ideologías sociopolíticas y las consecuencias que eso ha traído a la evolución de la imagen. Con las obras presentadas en esta exposición concretamente, se planteó explorar elementos del proceso cinematográfico como el uso del humo y el recurso del primer plano, por ejemplo.

Con “Telón de Boca” –una grabación del Teatro Simón Bolívar, antiguamente el Cine Rialto de Caracas– Candeo rescata la importancia de un elemento estructural clásico de las artes escénicas: el telón al inicio y final de cada acto. ‘Sin acto’, tal y como indica el nombre de la muestra, el movimiento de la gran tela roja y aterciopelada cobra toda la importancia, por encima del contenido. Por otro lado, “Primeros Planos” es una serie inacabada, conformada por nueve de los close-ups que, según Candeo, informaron la percepción actual del primer plano en la historia del cine. Ya aparecía en “The Big Swallow” (1901), de James Williamson, quien creó la primera imagen con movimientos de cámara tan cercanos al sujeto. Candeo inventoreó primeros planos presentes en la historia del cine y los convirtió en miniaturas al óleo. Sandra Pinardi comenta: “En la serie de pinturas Primeros planos (P.P.) (2018) Iván Candeo establece un sistema de “oposiciones” formales y semánticas –de inversiones- con el que juega reflexivamente para indagar acerca de la visualidad que el cine genera, y de cómo transforma –trastoca- la relación visibilidad/invisibilidad”.

 

Iván Candeo, “Sin Acto”, 2018. Foto: Galería Carmen Araujo Arte, Caracas

Iván Candeo, “Sin Acto”, 2018. Foto: Galería Carmen Araujo Arte, Caracas

Iván Candeo, “Sin Acto”, 2018. Foto: Galería Carmen Araujo Arte, Caracas

 

Sin embargo, más allá de las obras como tales, comenta Sandra Pinardi, quien escribió el texto de la muestra y dio el discurso de apertura: “esta exposición contiene elementos sumamente interesantes no solamente con respecto a las obras en sí, sino sobre cómo las obras trabajan el problema de la cultura visual contemporánea y también las relaciones que podríamos establecer respecto a nuestro modo de experimentar el mundo, desde el condicionamiento cinematográfico propio de nuestro tiempo”. Candeo es más literario en la manera en que presenta su trabajo:

Un espectáculo desnudo del movimiento de un telón sin causa ni finalidad, el vaciado del humo de la sala hasta casi el enceguecimiento, la reducción física de primeros planos del cine hasta dejarlos al borde de su percepción, confrontan los modos de representación y la correspondencia ideológica, advierten sobre las prescripciones impuestas por el aparato simbólico para generar una pertinencia que no siempre tienen los hechos.

–Iván Candeo, sobre “Sin Acto”, 2018

 

Iván Candeo, “Sin Acto”, 2018. Foto: Galería Carmen Araujo Arte, Caracas

Iván Candeo, “Sin Acto”, 2018. Foto: Galería Carmen Araujo Arte, Caracas

Iván Candeo, “Sin Acto”, 2018. Foto: Galería Carmen Araujo Arte, Caracas

Iván Candeo, “Sin Acto”, 2018. Foto: Galería Carmen Araujo Arte, Caracas

Iván Candeo, “Sin Acto”, 2018. Foto: Galería Carmen Araujo Arte, Caracas

Iván Candeo, “Sin Acto”, 2018. Foto: Galería Carmen Araujo Arte, Caracas

 

Es justamente esa correspondencia con los hechos a la que Pinardi se refirió al introducir la exposición, citando a Walter Benjamin: “El cine no aparece en el mundo únicamente como un “nuevo medio” de expresión o como una innovadora tecnología de reproducción y producción de imágenes, aparece también como un poderoso artificio de transformación cultural, en el que concentran, se condensan, algunos de los cambios más significativos que tienen lugar en la experiencia humana a partir de la revolución industrial y posteriormente, en el mundo tecnológico”. Continúa Pinardi: “Uno de esos cambios es precisamente dado por el cine cuando deja de ser un espacio de interpretación de la realidad y se convierte en un dispositivo de producción de la realidad y justamente en este contexto situamos esta exposición”.

Estos temas definen la práctica de Candeo quien, además, defiende que la imagen cinematográfica ha ido perdiendo terreno a lo que hoy en día es más sencillo de relacionar con la palabra cine: Hollywood. Citando a Jonas Mekas, dice, “la cinematografía es una gran granja y se han impuesto los cerdos” –el sistema de representación hollywoodense. Aunque en una nota un poco más esperanzadora, a pesar de la cantidad de avances tecnológicos que han hecho de la grabación de vídeo y foto el pan de cada día de las masas, “se ha ‘primitivizado’ el cine con la disposición de cámaras en cada uno de los teléfonos móviles de las personas. Me llama la atención porque es una suerte de reinicio, como la que procuró Warhol en los años 60. Es una oportunidad para rescribir historias“, dice Candeo.

 


La exposición se mantendrá abierta al público del 26 de agosto al 23 de septiembre de 2018 en la Galería Carmen Araujo Arte de Caracas, ubicada en la Hacienda La Trinidad. 



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