Arte concreto, vertiente del abstraccionismo

La primera vez que se utilizó la expresión Arte Concreto fue en el manifiesto que llevó el mismo nombre, escrito en 1930 por el holandés Theo van Doesburg. Para aquel momento, uno de los fundadores del movimiento De Stijl consideraba que la abstracción tenía que liberarse de cualquier asociación simbólica con la realidad.

Los argumentos de van Doesburg para sentar las bases del movimiento concreto, eran que las líneas y los colores son autónomos, concretos en sí mismos, de tal modo que los artistas holandeses pertenecientes a esta corriente desarrollaron una estética en la que la forma predomina sobre el color y los pigmentos se aplican de manera homogénea.

Rápidamente el arte concreto o Concretismo comenzó a ganar adeptos y hoy en día se le considera una de las tendencias que se inscriben dentro de la pintura abstracta. Además de los artistas integrantes del movimiento De Stijl, también los futuristas y el artista ruso Wassily Kandinsky, juegan un papel fundamental en esta corriente.

El pintor suizo Max Bill fue de gran importancia para el desarrollo del arte concreto. El autor helvético llevó la idea de van Doesburg más allá, organizando la primera exposición internacional de concretismo, que se celebró en el año 1944. 

Durante la década de los 40 y los 50, el arte concreto fructificó en el norte de Italia y en Francia.  La obra de los grupos Movimento d’arte concreta (MAC) y Espace, en Italia, y Abstraction-Création en tierras francesas, fue determinante para el desarrollo de esta tendencia en el continente europeo. Luego de la Segunda Guerra Mundial, surge el neoconcretismo o la pintura neoconcreta, tendencias que crecieron en paralelo con el informalismo.

Una de las particularidades que caracterizó el trabajo de autores como Max Bill y Zdenek Sykora,  fue el desarrollo de una pintura abstracta a la que llamaron de borde duro, Donde una de las características predominantes es la transición abrupta entre las áreas de color que integran las composiciones.