Luis Benshimol: Antoni Tàpies presenta su biografía política en la Fundación Tàpies

La Fundación Antoni Tàpies presenta “Antoni Tàpies. Biografía política”, una exposición que explora el lapso cronológico desde 1946 hasta 1977 en la vida del artista, presentando la historia y transformación de su obra, desde la posguerra y la dictadura franquista, hasta la transición democrática del estado español.

 

Tàpies integral

Antoni Tàpies (Barcelona, 1923-2012) terminó de escribir su autobiografía en 1977. “Memoria personal. Fragmento para una autobiografía” fue el título del texto con el que el pintor consiguió conciliar las dificultades propias de la vida bajo el franquismo y su necesidad de expresar su postura política. Hay que recordar que el libro fue escrito en una época en la que el arte era un importante valor de propaganda internacional para el régimen:

 

“Comprendía que, en lo más hondo, aquella condición como de pájaro solitario, de independencia rebelde, que nos toca asumir en ocasiones, dolorosamente, a los artistas, también puede estar en el origen de los mismos inconformismos y esperanzas que precisamente inspiran tantas ideas que luego se vuelven militancia

–Antoni Tàpies, “Memoria personal. Fragmento para una autobiografía” (1977)

 

Con cuarenta años, Tàpies sintió la necesidad de narrar las circunstancias de su vida, sus influencias y su relación con el presente, en parte inspirado por artistas como Klee, Van Gogh, Gauguin y Cézanne. Era irremediable el mostrarse como una persona integral, vinculando su historia con la de su país y, a la vez, con su trabajo. Con esta exposición, se pueden evidenciar esas estrechas relaciones y cómo su arte representaba no sólo un escape de la realidad política tan compleja para el propio artista, sino también son un reflejo de lo que acontecía y de lo que esos acotecimientos le hacían sentir. “El triunfo del arte abstracto, del que participa Tàpies a nivel internacional a partir de la década de 1950, celebraba un universalismo de la pintura que alteraba sus intenciones originales. La polisemia y la ambigüedad de los signos que caracterizan la obra del artista han complicado aún más la interpretación. El resultado es una obra rica y dispuesta a acoger nuevos significados. Una obra que en el ocaso del franquismo se convertirá en icono del compromiso político“.

Con “Antoni Tàpies. Biografía política” se inicia la conmemoración del centenario del nacimiento del artista, que se celebrará en 2023 pero, además, se busca replantear la figura de Tàpies de manera global y con una perspectiva de presente, no para explicar la biografía del artista sino para evidenciar las razones de sus obras.

 

 

Antoni Tàpies, “Nocturn Matinal 239a”, 1970. Foto: Gustalla

 

Biografía política

En “Antoni Tàpies. Biografía política” se muestran más de 50 de las grandes obras del catalán y, a pesar de que fueron realizadas hace ya más de 50 años, la propia Fundación Tàpies observa que, contempladas desde una perspectiva actual, muchas de las pinturas que Tàpies realizó por aquellos tiempos, “nos provocan un sentimiento de repetición fallida de la historia. Son obras que aspiran a ocupar el tiempo presente de los espectadores”. El comisario Carlos Guerra, propone un recorrido carente de continuidad, pero sí marcado por los acontecimientos que afectaron la vida del pintor como, por ejemplo, el proceso de movilización contra el régimen franquista entre 1966 y 1977 en Cataluña.

Dos acontecimientos específicamente marcan el recorrido de la exposición: su inclusión en la Documenta 3 de Kassel en 1964, una cita de extrema importancia para cualquier artista, por la oportunidad de representar a su país. Claro está que en aquel momento, siendo apenas la tercera feria, no era tal el revuelo del evento, pero Tàpies participó con un tríptico (de 3 piezas de 3 metros por 4) con el que “a nivel de pureza formal, de un vacío significativo y de un tamaño también revolucionario, Tàpies trató de eludir la censura franquista y lanzar un mensaje de radicalidad a través del arte abstracto”. Las piezas del tríptico no se unían desde ese momento –más de 50 años–, con lo cual la oportunidad de verlo en esta exposición se hace aún más única.

 

 

Por otro lado, la participación del pintor lo que se conoció como la Caputxinada, un encierro que tuvo lugar en 1966 en el Convento de los Capuchinos de Barcelona, con motivo de la asamblea constituyente del sindicato de estudiantes de la Universidad de Barcelona. Estos dos sucesos marcaron la vida del pintor y dejaron en entredicho el nivel de su implicación en la esfera política nacional. Sobre la Caputxinada, Tàpies tuvo una opinión particular:

 

No cabe duda de que aquello fue importante… Una verdadera bofetada al régimen, el cual tuvo que tragar aquel gesto democrático, en favor de la libertad de reunión, sindical y de expresión

–Antoni Tàpies, “Memoria personal. Fragmento para una autobiografía” (1977)

 

Lo que queda claro es que el artista y el ciudadano fueron una misma persona. Tàpies expresó su descontento político a con sus lienzos abstractos, en los que hay escondida una inmensa simbología. Con una rica ambigüedad en los signos y una multiplicidad de significados, enriquecida y dispuesta a diversas reflexiones, Tàpies se conviritó al final del franquismo en un verdadero icono del compromiso político.

Sin embargo, mostrando la vida a través de su obra, se contempla también el triunfo global del arte abstracto a partir de la década de los 50. La estética formalista y totalmente abstracta del autor, se convirtió en un discurso político silencioso, que en España aún no era del todo aceptado como arte. Durante los últimos años del franquismo, las pinturas de Tàpies tuvieron más proyección internacional, lo cual le permitió evadir cualquier represión política por encontrarse fuera del país la mayor parte del tiempo. Así triunfó como el representante de una nueva generación de artistas españoles.

Todo lo que implica una T

 

Antoni Tàpies, “Chaises (Sillas)”, 1981. Foto: MoMA

Para la exposición, se reunió una serie de obras provenientes del fondo de la Fundación y de colaboraciones con otras colecciones privadas y públicas. Estas piezas que, en su momento, definieron la identidad de Tàpies como uno de los representantes de la postguerra europea, de la misma manera expresan su compromiso con la lucha antifranquista en su época. Sin embargo, realizando un ejercicio biográfico a través de un cuerpo de trabajo tan abstracto, es necesario desencriptar el discurso político en cada obra, pues en muchos casos no es reconocible a simple vista. Así es como la Fundación Antoni Tàpies plantea actividades para apoyar al espectador en ese descubrimiento.

Los símbolos que giran alrededor de las obras del pintor, son traídos a colasión a través de recursos pictóricos o, por ejemplo, el uso de la letra T (inicial del autor y su mujer, Teresa), o el empleo de la cruz y del toro, que representan la muerte, el dolor y la tristeza. Con la actividad “T de trazo” dirigida a niños y adolescentes, se descubrirá cómo el artista trabajó sobre papel empleando el dibujo y diferentes técnicas de grabado para crear imágenes muy personales.  Además, se ofrecerán visitas guiadas y una jornada de puertas abiertas al museo en septiembre.

 


La exposición “Antoni Tàpies. Biografía política” se mantendrá abierta al público en la Fundación Tàpies de Barcelona hasta el 24 de febrero de 2019.



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