Luis Benshimol: Hans Hinterreiter y la teoría del color

El Museo de Arte Abstracto de Cuenca de la Fundación Juan March presenta una muestra dedicada a Hans Hinterreiter (Winterthur, 1902 – Ibiza, 1989), investigador de la teoría del color y autor de una extensa obra geométrica, fuertemente influida por la música.

Abstracción en movimiento

Hans Hinterreiter, artista suizo quien estuvo radicado en Ibiza, basó la mayor parte de su obra en el color y, sobre todo, en su intersección con el movimiento. Con una base teórica en matemáticas y arquitectura, el artista descubrió en los años 30 la teoría del color sistematizada por el químico alemán y premio Nobel, Wilhelm Ostwald y, a partir de ahí, su vocación fue desarrollar un discurso teórico y práctico propio, definiéndose en la construcción de dos dispositivos que le permitieron elaborar múltiples combinaciones formales y cromáticas a partir de estructuras geométricas básicas. Hinterreiter, además, publicó sus estudios sobre la forma y el color en sus libros Geometrische Schönheit [Belleza geométrica], 1958, y Die Kunst der reinen Form [El arte de la forma pura], 1978, que publicó en Barcelona.

En la exposición se presetan 75 obras, en su mayoría, parte de la colección de la Fundación Hans Hinterreiter de Zurich, así como también de ciertas colecciones particulares. La exposición será recogida en un catálogo y una primera monografía del artista en el castellano. Bajo la comisaría de Jakob Bill, artista e hijo del creador del arte abstracto-concreto, Max Bill –por quien Hinterreiter se vio influenciado–, reúne en esta exhibición la retrospectiva más completa que se ha realizado de este artista.

 

Hans Hinterreiter, “Studie 208”, 1934. Foto: Wikiart

Hans Hinterreiter, “Opus 68”, 1958. Foto: Wikiart

 

Conjuntamente con la exposición se propone el programa de cine experimental titulado La abstracción en movimiento (1921-2012), recogiendo una selección de veinte películas que tocan la temática de vanguardias históricas de los años veinte hasta el día de hoy. Estas piezas documentales centradas en la abstracción, el movimiento y la música visual, exploran la relación entre forma, color y música. Es el contexto de la obra de Hinterreiter, quien desarrolló modelos formales y cromáticos nuevos y buscó basar su pintura en crear “imágenes con fluidez”, a raíz de su visita al Sur de España en 1934, donde descubrió la ornamentación hispanomusulmana que predomina en la arquitectura andaluza.

El programa de películas se proyectará diariamente en la sala Z como un loop, para tener la oportunidad de ver todo el material, que incluye obras de Man Ray, Hans Richter, Marcel Duchamp, Walter Ruttmann, László Moholy-Nagy o Oskar Fischinger, acompañados de realizadores contemporáneos como Larry Cuba, Adam Beckett o Aurora Gasull-Altisent.

 

 

Hinterreiter

 

Hans Hinterreiter en su estudio. Foto: Wikiart

 

Hinterrreiter (1902-1989) vivió la mayor parte de su vida en Ibiza. El suizo definió su orientación artística propia, similar en muchos aspectos al movimiento de arte concreto que nació de su país de origen, pero sumado a un profundo interés por el movimiento y el espacio. Trabajó métodicamente con casi cinco mil plantillas transparentes, para realizar transferencias de patrones geométricos, compuestos de formas elementales. Siempre con precisión matemática, los planos de color fueron superpuestos por adición, intersección o sustracción, manteniendo un ritmo en el patrón de tramas de alta complejidad.

Durante su carrera tuvo dos influencias principales: por un lado, los escritos de Wilhelm Ostwald sobre su teoría del color y la forma, que llevaron a Hinterreiter a perfeccionar el uso del color de forma sistemática en composiciones altamente complejas. Por otro, su segunda gran influencia fue el alemán Max Bill, también interesado en la interesección de color y movimiento, y de quien Hinterreiter pudo haber encontrado inspiración para trabajar la figura del círculo en su propia obra.

 

Hans Hinterreiter, “ME 114”, 1939. Foto: Wikiart

 

Fundación March en Cuenca

El Museo de Arte Abstracto Español de Cuenca abrió sus puertas en 1966 tras la donación de la colección de Fernando Zóbel a la Fundación Juan March. Desde entonces, la institución ha procurado engrosar una colección de pinturas y esculturas de artistas que dedicaron sus carreras a la abstracción durante los años 50 y 60.

La ubicación del museo, en las casas colgadas medievales de la ciudad de Cuenca, le otorga un espacio especial dentro de la oferta museística española. Con espacios para exposiciones temporales, que se dedican a artistas de la modernidad, así como también a la creación contemporánea, el museo realiza también un programa educativo importante.

 

Museo de Arte Abstracto de Cuenca, Fundación Juan March en las casas colgantes medievales de la ciudad. Foto: El País

 


La exposición permanecerá abierta al público hasta el 21 de octubre de 2018 en el Museo de Arte Abstracto de Cuenca. 



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