Luis Benshimol: El protagonismo de Carol Bove

La escultora Carol Bové acaba de presentar su serie de obras más reciente en una exposición individual que le fue dedicada en los espacios londinenses de David Zwirner. La investigación de Bove se centra en la materialidad y la forma, en tiempos recientes desarrollándose en la porducción de piezas de gran escala.

 

A escala mayor

Bove ha estado destacando en el campo de la escultura a nivel público. Su juego con el factor escala resulta especialmente interesante, no sólo a nivel museístico sino también por parte del coleccionismo privado. En Art Basel Miami 2018, durante la apertura de la sección Unlimited, Bove vendió una escultura por $1.5 millones de dólares, cuadruplicando su record de venta en subasta ($330 mil).  Su obra “Egg” fue una de las obras destacadas de la feria no sólo por su tamaño en comparación con otras esculturas, sino por ser también una de las obras más grandes de la escultora hasta el momento.

Sin duda, el interés mecánico y metalúrgico de Bove se hace evidente en su trabajo, pues la artista recicla chatarras de metales cerca de su taller en New Jersey para elaborar la mayor parte de su cuerpo de trabajo. Todo ese deshecho que, por supuesto, viene cargado de historia y de información, es reutilizado y, de alguna manera, supraciclado por la escultora. Con la estampa de ‘Made in America’, trozos de basura de grandes infraestructuras y construcciones, como pedazos de puentes y edificios, y deshechos de carreteras y autopistas.

 

Carol Bove en David Zwirner, Londres. Foto: cortesía galería / Wallpaper magazine

Carol Bove en David Zwirner, Londres. Foto: cortesía galería / Wallpaper magazine

Carol Bove en David Zwirner, Londres. Foto: cortesía galería / Wallpaper magazine

Carol Bove en David Zwirner, Londres. Foto: cortesía galería / Wallpaper magazine

 

Bove pasa luego a transformar estos materiales, uniéndolos con grandes placas de metal, deformando y aplanando las distintas piezas, además de luego oxidarlas o pintarlas de colores vibrantes. Sin embargo, su interés tiene un toque de nostalgia, pues muchas veces no borra los textos rayados en las superficies, que hablan del origen del material.  Sus piezas –que bien pueden ser grandes cortes de acero arrugado y pintado de rojo, naranja o amarillo, encajado entre dos o tres placas, tachonado de un disco negro lacado– demuestran lo lejos que está Bove de dejarse llevar por las limitaciones naturales del material.

 

Bove une formas no para alentar impulsos asociativos al juego libre del inconsciente, sino para conjutar un enredo afectivo que disrumpe cualquier narrativa histórica y singular

–Johanna Burton, 2016

El estilo de Bove fue autodenominado por la artista como “collage sculptures”. Estas piezas abstractas han sido creadas bajo la combinación de diferentes transmutaciones de tubos geométricos que han sido deformados, aplastados, doblados, para luego aplicar colores luminosos en partes de la composición, transformando la percepción del espectador sobre el acero, generalmente asociado con la inflexibilidad y la solidez, para darle una apariencia más bien de maleabilidad y ligereza. Las más recientes, sin embargo, muestran una mayor complejización de los procesos desarrollados por Bove, se nota en estas obras que su conflicto investigativo continúa creciendo, tanto figurativa como físicamente.

 

Carol Bove en David Zwirner, Londres. Foto: cortesía galería / Wallpaper magazine

Vistas de la instalación de Carol Bove en David Zwirner, Londres. Foto: cortesía galería / Wallpaper magazine

Vistas de la instalación de Carol Bove en David Zwirner, Londres. Foto: cortesía galería / Wallpaper magazine

Vistas de la instalación de Carol Bove en David Zwirner, Londres. Foto: cortesía galería / Wallpaper magazine

Carol Bove en David Zwirner, Londres. Foto: cortesía galería / Wallpaper magazine


 

Carrera en galope sostenido

Aunque nacida en Ginebra, Bove fue criada en San Francisco. Sin embargo, confiesa que su espíritu es más suizo que norteamericano. Tan es así que la escultora fue elegida para representar el pabellón de Suiza en la 57º Bienal de Venecia en 2017. La instalación que creó rindió homenaje y dio respuesta a los planeamientos de Alberto Giacometti, “uno de sus artistas favoritos” por sus investigaciones en torno al espacio que se encuentra entre los objetos. Nueve de sus grandes estructuras de hierro siete columnas azules y un trabajo en blanco, fueron presentadas tanto al aire libre como en el espacio cerrado del pabellón.

Según Caroline Roux, quien visitó recientemente su estudio en Red Hook, Nueva York –un hangar de 1500 metros cuadrados, lleno de maquinarias tan esculturales como las propias obras de la artista– para la revista Wallpaper, “la carrera de Bove ha ido a galope sostenido pues, desde que completó sus estudios en New York University (NYU) en el año 2000, ha recibido una buena porción de atención. Al principio con un estilo un tanto minimalista, pero dirigido a explorar elementos de diseño como gabinetes y estanterías, su trabajo ha evolucionado y crecido en escala”.

 

 

Las obras presentadas en Londres, todas del año corriente, se refieren a esas esculturas de épocas anteriores pero elaborando aún más sus conceptos, complejizando las formas que giran y se doblan como nunca se sospecharía de estos materiales típicos de la construcción. Bove manipula el metal hasta dejarlo aparentemente ligero, con contorsiones antropomórficas y texturas contrastantes entre lo mate, lo oxidado y la gruesa pátina de pintura colorida. “Es un juego visual que enaltece una tensión superficial”, según David Zwirner. También en palabras de la galería, el estilo de Bove es “directo y improvisado”, aunque no lo parezca. La vinculan con referencias como John Chamberlain, por su gusto en el proceso de aplastado y a Josef Albers por su selección de colores, que interactúan especialmente bien en conjunto.

Su obra ha sido exhibida en grandes museos estadounidenses e internacionales, como el Museum of Modern Art (MoMA) de Nueva York; Palais de Tokyo, París; The University of Texas de Austin, Instituto de Arte Contemporáneo en Boston y el Whitney Museum of American Art de Nueva York. Para Bove sólo han hecho sino llover éxitos. Ha sido incluida en gran cantidad de exposiciones individuales y colectivas alrededor del mundo. Recientemente, una de sus esculturas ha sido instalada en el City Hall Park de Nueva York como parte de la colectiva ‘The Language of Things‘, organizado por Public Art Fund.

 


Para ver más imágenes de la exposición de Carol Bove en David Zwirner, visita la web de la galería.

 



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